¡Ni un minuto más! Más reducción, mejor reciclaje.


La Plataforma para la Reducción de Residuos de Mallorca denunció el pasado 23 de noviembre que más del 80% de los residuos de la isla acaban en el vertedero o la incineradora, reclamando "una verdadera alternativa a la incineración".

En una concentración con el lema "¡Ni un minuto más! Más reducción, mejor reciclaje", la entidad reclamó a las instituciones una apuesta real por la reducción y el reciclaje de residuos, con motivo de la Semana Europea de Prevención de los Residuos.


La plataforma, integrada por las entidades GOB, Greenpeace, Amics de la Terra, Fundació Deixalles y ALCAIB, denunció que el 40% de los residuos de Mallorca se incineran, cuando un tercio de ellos se podrían reciclar en compostaje si fueran seleccionados y tratados. Otro 20% también se podría reciclar al tratarse de papel y cartón, al igual que un 15% más constituido por envases, y un 10% de vidrio.


"Algo falla cuando sólo reciclamos un 14% de nuestros desechos", denunció la entidad, criticando especialmente que solo se recoja de forma selectiva un 10% de todos los envases que se tiran a la basura, lo que demuestra que el sistema de recogida y tratamiento es "ineficiente", en opinión de la plataforma.


La misma semana, la plataforma organizó una jornada dirigida a técnicos y alcaldes de los municipios de Mallorca para analizar los costes que deben asumir las entidades locales para la gestión de los residuos de envases. En la misma jornada se estudiaron alternativas que ya existen en otros países como Alemania o Noruega, y que resultan mucho más efectivas ambiental y económicamente, los Sistemas de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR).

Esto supondría la asunción por parte desde envasadores y distribuidores de los costes reales de los envases, y supondría así también una reutilización y reciclaje mucho más efectivo y de calidad, evitando que muchos de los residuos de envases acaben quemándose en la incineradora.

1 comentario:

Alberto dijo...

Queda demostrado que ante la falta de interés por el reciclaje de las administraciones la presión popular es la mejor opción.
Exigiendo un reciclaje eficiente se consiguen objetivos reales que mejoran nuestra calidad de vida.